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Mi Primer Día en “El Perico”

5 octubre 2017 Editorial


Llevo solo un año metido de lleno en el mundo del fútbol sala, voy como los niños pequeños, con los ojos muy abiertos para no perder detalle de nada

Mis buenos amigos de D5radio.com, que me han reintroducido en el futsal, son la mejor compañía que un “novato” puede tener, años de experiencias vividas, kilómetros recorridos, canchas visitadas y muchas ganas de compartir ese conocimiento adquirido en buenísimas tertulias y/o comidas-cenas, pre o post-partido. Son una enciclopedia del fútbol sala y nunca agradeceré lo suficiente el que compartan su sabiduría conmigo, así es todo mucho más fácil.

En este año donde este enfermo de Xota y su familia han podido disfrutar de ver a su equipo del alma jugando la final de la Copa del Rey en Guadalajara, sufrir y casi llorar de rabia por el resultado final, o por los últimos 10 minutos de cada partido, semifinales de Copa de España incluida, donde por culpa de las mil y una lesiones nos tocaba a veces perder todo lo que con gran esfuerzo y sacrificio se había conseguido anteriormente, también hemos tenido el privilegio de visitar quincenalmente el Garbajosa y gozar de un equipo de ensueño con jugadores top como Ortiz, Daniel, Pola, Ricardinho, Gadeia, etc… En cada partido les veíamos superarse o apretar los dientes como un juvenil recién ascendido al primer equipo cuando las cosas no salían, hasta terminar ganando la Liga con ese recordadísimo caño del 10 al inmenso Ferrao al que sigue esa punterita de genio para batir al gran Paco Sedano, casi nada.

Pues bien, en este año, si hay algo que se ha repetido, es que con cualquiera que nos juntáramos, fuera del equipo que fuera, siempre salía el mismo tema de conversación: “A ver si este año sube por fin Segovia, los partidos en el Pedro Delgado son otra cosa”.

TODO el mundo habla con admiración de Segovia, del Pedro Delgado y de la afición segoviana, hasta he oído a más de uno que llama al Pedro Delgado, “La Catedral”. La verdad es que mi curiosidad va en aumento, ojalá suban, pensaba, … y subieron!!!

Llegó el día, tras una semana complicada el jueves recibo noticias, “vamos a Segovia a retransmitir el Segovia – Jaén, os apuntáis?” En cinco minutos estaba la respuesta dada, “Ok, contad con nosotros, ya hablaremos para los detalles.”

Sábado, 30 de Septiembre, Segovia nos recibe con su majestuoso acueducto y una buena temperatura para dar un paseíto por la ciudad con la familia y los amigos, tomar el aperitivo y disfrutar de su archifamoso cochinillo antes de ir al Pedro Delgado.

Me comentan que han invitado a César Arcones para la retransmisión y que si quiero estar con ellos en la cabina de prensa, pienso: “estamos locos? Claro que quiero, por supuesto que quiero, sería estúpido por mi parte no quererlo, con todo lo que se aprende ahí!!!” Por otro lado, César Arcones, que lujo, que gran anfitrión, otra enciclopedia andante de la que aprender.

Otra maravilla del fútbol sala es precisamente la accesibilidad de las estrellas y no tan estrellas, su cercanía y su poco endiosamiento, César Arcones confirma una vez más estos principios. Que gran ejemplo de comportamiento regala el futsal a su hermano mayor, hacia quien vive los colores, hacia la afición. Ojalá este quisiera aceptarlo y no mirara por encima del hombro a este deporte.

Nos juntamos todos a las puertas del Pedro Delgado, empiezo a sentir el cosquilleo de las grandes ocasiones, por fin voy a conocer “La Catedral”, siento que esta tarde será difícil de olvidar.

Entramos, César Arcones nos dice que él cuando entra a “La Catedral” se santigua, madre mía, si eso no es señal de máximo respeto y admiración, que baje Dios y lo vea. Caminamos por las entrañas del pabellón, José Miguel Farto y Roberto Mila van saludando a quien nos sale al encuentro, conocidos de viejas tardes de gloria en Segovia. Con César Arcones todo el mundo se para a comentar algo, es importante, está en su casa y se nota. De repente giramos a la izquierda y ahí está la cancha del Pedro Delgado.

Da igual lo que te hayan contado, da igual lo que hayas visto por la tele, esa primera impresión, esa primera vez que nunca se olvida, me dejó con la boca abierta. Que amplitud de cancha, que parqué más perfecto, que gradas más coquetas, aquí se respira fútbol sala, y fútbol sala de verdad, el de las grandes tardes del recordado y admirado Caja Segovia y el de las nuevas emociones vividas en estas últimas campañas de Naturpellet Segovia que culminaron en el último ascenso.

Todavía no hay mucho público en las gradas, falta aún una hora para el comienzo del partido, pero las pocas personas que ya están en el pabellón transmiten sensaciones que yo he visto antes. Para ellos Naturpellet Segovia no es el equipo de su ciudad, es SU equipo, es uno más de la familia, sufren con ellos y se alegran con ellos, les duelen sus lesiones, viven sus goles como  propios, saben que el equipo les necesita, que siente y necesita su apoyo, que agradece que se dejen la garganta por animarles, que eso que les dan les hace entregar el 150% en cada partido y nunca dejar de intentarlo aunque todo esté perdido, eso que yo siento cuando veo jugar a mis verdes de Xota y que es tan difícil de explicar a alguien que no lo haya sentido nunca. Eso es el fútbol sala en Segovia, nos dice César que en Segovia los aficionados no van al Pedro Delgado, que ellos van a “El Perico” y eso se nota, para ellos es una extensión del salón de su casa, ellos no van a ver fútbol sala, van a ver a SU Segovia.

Empieza el partido, y aunque es vibrante y con emoción, para mi hoy lo importante es ver comportarse al Pedro Delgado, y este no defrauda, tiene muy bien ganado el apelativo de “La Catedral”, es un pabellón en el que, aunque no lo quieras y a no ser que tengas horchata en las venas, te acaba metiendo en el partido, el Pedro Delgado no mete en el partido solo a los jugadores de Segovia, mete en el partido a todo el mundo, aunque seas neutral. Con “La Catedral” apretando, Segovia siempre juega de 5. Te alegras de los goles de Segovia, gritas de emoción cuando empatan un partido que estaba perdido a falta de 2 segundos para el final y al acabar el partido estás hasta contento por haber rescatado un punto, cuando a ti ni te va ni te viene. Que magia tiene y desprende este pabellón, que grande es “El Perico”.

Un buen rato despúes, tras las entrevistas post-partido, desmontar los equipos de la transmisión y despedirnos del personal de Naturpellet Segovia que tan magnífico trato nos dispensó, pusimos rumbo a casa y en el coche las sensaciones eran las de un partido importante, había tensión en los músculos y se notaba el cansancio que iba apareciendo en el cuerpo después del subidón de adrenalina del partido.

Y no, no venía de ver a Xota, no venía de Anaitasuna, mi Catedral, venía de “El Perico”. Toda esa magia la generó “El Perico” y los aficionados de Segovia. Y efectivamente, esta tarde será difícil de olvidar, muy difícil.

Volveré, prometido.

Jesús Pueyo D5radio